jueves, 21 de abril de 2011

SEMANA SANTA

Desde el domingo 17 de Abril, Domingo de Ramos, los cristianos católicos comenzamos a vivir la llamada Semana Santa. Una semana que se inicia con la entrada gloriosa de Jesús a Jerusalén, en donde él comparte su última cena, en donde es crucificado y en donde resucita para demostrarnos claramente que él es el hijo de Dios.

Visto por quienes no profesan nuestra fe, pareciera una festividad más del mundo católico, pero es más que eso, es la semana más importante del año, es aquí donde cada año profesamos y reconocemos públicamente nuestra fe, es en esta semana donde nos comprometemos más profundamente a caminar junto a Jesús, a seguir sus enseñanzas y a hacer del Evangelio nuestra carta de navegación en nuestras vidas.

Es por esto que nos recogemos, reflexionamos lo que hemos hecho con nuestras vidas y cuanto de lo que nos comprometimos hemos cumplido. En el fondo, hacemos una evaluación personal e intima de nuestras acciones.

La Semana Santa es el tiempo, en horas y días, más importante de nuestras vidas.


CRISTIÁN SANDOVAL SAAVEDRA

domingo, 10 de abril de 2011

TRANSPARENCIA, VERDAD y JUSTICIA

Mensaje de los Obispos a los Católicos y al Pueblo de Chile

Mensaje al concluir la 101ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile. 

 “Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella
para santificarla” (Efesios 5, 25-26).

A. IGLESIA SANTA Y NECESITADA DE PURIFICACIÓN

1. Como fruto de nuestra reciente Asamblea Plenaria y ya en la cercanía de la Semana Santa, los obispos de la Conferencia Episcopal dirigimos este Mensaje a los católicos y personas de buena voluntad.
2. Hemos reflexionado en el misterio de Cristo “que amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla, purificándola por medio del agua y de la palabra” (Efesios 5, 25-26). Por eso el Concilio Vaticano II dice que: “La Iglesia encierra en su propio seno a pecadores, y siendo al mismo tiempo santa y siempre necesitada de purificación, avanza continuamente por la senda de la penitencia y de la renovación” (Lumen Gentium, 8).

B. EL TESTIMONIO QUE SE ESPERA DE NOSOTROS

3. Expresamos nuestro profundo dolor por los casos pasados y recientes de abusos de menores y jóvenes, cometidos por miembros del clero y personas consagradas. Reconocemos que no siempre hemos reaccionado con prontitud y eficacia ante las denuncias. Manifestamos nuestra cercanía y solidaridad con las víctimas de estos abusos y con sus familias, y hacemos nuestros sus sufrimientos. Les ofrecemos humildemente nuestra petición de perdón, el apoyo que podamos darles, además de nuestra oración. Extendemos nuestra petición de perdón a toda la comunidad eclesial por el mal ejemplo dado por algunos de sus ministros.
4. El sacerdote tiene como principal misión ser testigo fiel y creíble del Evangelio. No serlo y, peor aún, constituirse en un anti testigo es una traición a la vocación recibida y a la misión encomendada por la Iglesia. Entre las situaciones más repudiables en la vida y el ministerio de un sacerdote, se encuentra el autoritarismo, el abuso de poder, y el abuso sexual contra menores y jóvenes.
5. Con el Papa Juan Pablo II, volvemos a afirmar: “Quienes abusan de niños y jóvenes no tienen lugar en el sacerdocio”. Una vez más, consideramos que el compromiso del celibato es un don de Dios a su Iglesia, pero a su vez una gran responsabilidad de fidelidad al Señor, a la misión de la Iglesia y a las personas a quienes debemos servir con el amor de Cristo. Así nos comprometimos el día de nuestra ordenación.
6. A los sacerdotes que han fallado a su compromiso y han causado daño a otros, les exhortamos a hacer un examen de conciencia personal y a responder de sus actos delante de Dios, de la sociedad y de sus superiores. El Papa Benedicto XVI les dice: “La justicia de Dios nos llama a dar cuenta de nuestras acciones sin ocultar nada. Admitan abiertamente su culpa, sométanse a las exigencias de la justicia, pero no desesperen de la misericordia de Dios” (Carta a los Católicos de Irlanda, 7).
7. Al mismo tiempo, queremos alentar a tantos sacerdotes que, llevando “el peso del día y del calor” (San Mateo 20,12), sirven a la gente de tan diversas formas, conduciéndolas a una vida más plena en Cristo. A ellos les renovamos nuestra gratitud y estima, sabiendo también que el Pueblo de Dios ora por sus sacerdotes y les apoya, perseverando en la fe y la esperanza, aun en medio de las dificultades. Nos comprometemos a perfeccionar la selección y formación de los candidatos al sacerdocio, y el acompañamiento a los sacerdotes.

C. TRANSPARENCIA, VERDAD Y JUSTICIA

8. Hemos reflexionado acerca del crítico escenario que vive nuestra Iglesia tras la sentencia impuesta por la Santa Sede al presbítero Fernando Karadima. Nos duele y preocupa que otros consagrados estén siendo involucrados en presuntos abusos a menores, un pecado abominable para la conciencia cristiana. De un modo especial nos estremece el impacto que, con toda razón, estas situaciones producen en nuestras comunidades y en la opinión pública.
9. Agradecemos la solicitud y prontitud de la Congregación para la Doctrina de la Fe en emitir una resolución en el caso del presbítero Karadima, sobre la base de la documentación enviada por el arzobispo emérito de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz. La palabra final de quienes tienen el ministerio de ejercer la justicia en nombre del Papa, nos alentará a perseverar en el camino de la transparencia, la verdad y la justicia.
10. El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, ha realizado una petición de perdón a las víctimas. También lo han hecho otros pastores ante situaciones similares en sus diócesis. Igualmente los obispos que forman parte de la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón han manifestado públicamente “su cercanía con las víctimas, sus familias y todas las personas que por estos tan tristes acontecimientos han sufrido y se han escandalizado”. Ahora, como Asamblea Plenaria, todos con humildad nos adherimos a esta petición de perdón.

D. ALGUNAS RESOLUCIONES

11. Para enfrentar este tipo de delitos aberrantes, hemos reformulado un Protocolo, elaborado el año 2003, estableciendo en forma pormenorizada los procedimientos del obispo diocesano y del promotor de justicia ante denuncias de abusos, conforme a la normativa de la Santa Sede. Este Protocolo se hará público a través de los conductos informativos regulares de la Conferencia Episcopal de Chile.
12. Estableceremos un organismo de la Conferencia Episcopal que oriente y dirija nuestras políticas de prevención de abusos sexuales y ayude a las víctimas. Pediremos la colaboración a organismos de nuestras Universidades Católicas, así como a destacados profesionales para implementar programas concretos, como son:
a) La atención psicológica y espiritual a víctimas de abusos sexuales.
b) Un programa de prevención que capacite a agentes pastorales para responder ante signos de abusos de un menor o joven y que genere ambientes sanos y seguros para todos. Los niños deben también ser enseñados para reconocer situaciones de eventual abuso.
c) Luego de haber actualizado las políticas comunicacionales de la Conferencia Episcopal y como un gesto de transparencia y disponibilidad al servicio de los medios de comunicación, la Asamblea Plenaria ha solicitado al Sr. Jaime Coiro, periodista, profesor y director de Comunicaciones y Prensa de la Conferencia Episcopal, que asuma como portavoz de ésta.

E. SANTIDAD DE VIDA Y MISIÓN

13. Queremos alimentar y enriquecer nuestra fraternidad como obispos. Servimos a un único Señor en una Iglesia que es expresión plural de carismas. Desde esta realidad, la comunión misionera es tarea de todos, pastores y fieles laicos, especialmente en este tiempo de Misión Continental.
14. En la Iglesia todos estamos llamados a la santidad de vida, y un signo elocuente de ello es la próxima Beatificación de Juan Pablo II. Sólo permaneciendo en el amor de Cristo recuperaremos las confianzas mutuas y seremos capaces de seguir siendo luz que alumbra y da sentido a la vida de nuestro pueblo. Queremos pedirles oraciones especiales por los sacerdotes, diáconos y mujeres consagradas para que continúen con alegría su vocación de ser anunciadores del Evangelio de Cristo.
15. La próxima Semana Santa nos urge a tomar parte con autenticidad en la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo con toda su eficacia purificadora y redentora. El Señor llama a todos a la conversión y nos propone un camino de curación, renovación y reparación. Este camino nos exige una creciente verdad, justicia, reconciliación y perdón.
16. Confiamos que por medio de esta dolorosa experiencia de purificación y conversión, el Señor fortalezca el servicio que la Iglesia está llamada a ofrecer al Pueblo de Dios y a la sociedad chilena. Nos encomendamos a la protección maternal de la Virgen del Carmen, Madre de Chile e imagen de nuestra Iglesia.

† HÉCTOR VARGAS BASTIDAS Obispo de Arica
† MARCO ANTONIO ÓRDENES FERNÁNDEZ Obispo de Iquique
† GUILLERMO VERA SOTO Obispo de Calama
† PABLO LIZAMA RIQUELME Arzobispo de Antofagasta
† GASPAR QUINTANA JONQUERA Obispo de Copiapó
† MANUEL DONOSO DONOSO Arzobispo de La Serena
† LUIS GLEISNER WOBBE Obispo Auxiliar de La Serena
† JORGE VEGA VELASCO Obispo Prelado de Illapel
† CRISTIÁN CONTRERAS MOLINA Obispo de San Felipe
† GONZALO DUARTE GARCÍA DE CORTÁZAR Obispo de Valparaíso
† SANTIAGO SILVA RETAMALES Obispo Auxiliar de Valparaíso
† RICARDO EZZATI ANDRELLO Arzobispo de Santiago
† ANDRÉS ARTEAGA MANIEU Obispo Auxiliar de Santiago
† CRISTIÁN CONTRERAS VILLARROEL Obispo Auxiliar de Santiago
† FERNANDO CHOMALI GARIB Obispo Auxiliar de Santago
† JUAN IGNACIO GONZÁLEZ ERRÁZURIZ Obispo de San Bernardo
† ENRIQUE TRONCOSO TRONCOSO Obispo de Melipilla
† ALEJANDRO GOIC KARMELIC Obispo de Rancagua
† HORACIO VALENZUELA ABARCA Obispo de Talca
† TOMISLAV KOLJATIC MAROEVIC Obispo de Linares
+ CARLOS PELLEGRIN BARRERA Obispo de Chillán
† PEDRO OSSANDÓN BULJEVIC Administrador Apostólico de Concepción
† FELIPE BACARREZA RODRÍGUEZ Obispo de Santa María de los Ángeles
† MANUEL CAMILO VIAL RISOPATRÓN Obispo de Temuco
† FRANCISCO J. STEGMEIER SCHMIDLIN Obispo de Villarrica
† IGNACIO DUCASSE MEDINA Obispo de Valdivia
† RENÉ REBOLLEDO SALINAS Obispo de Osorno
† CRISTIÁN CARO CORDERO Arzobispo de Puerto Montt
 † JUAN MARÍA AGURTO MUÑOZ Obispo de Ancud
† LUIS INFANTI DE LA MORA Obispo Vicario Apostólico de Aysén
† BERNARDO BASTRES FLORENCE Obispo de Punta Arenas
† JUAN BARROS MADRID Obispo Castrense

Punta de Tralca, 8 de abril de 2011.

Fuente: http://documentos.iglesia.cl/conf/doc_pdf.php?mod=documentos_sini&id=4071

lunes, 4 de abril de 2011

HOY MÁS QUE NUNCA, PERMANEZCAMOS EN SU AMOR

Mensaje del Arzobispo de Santiago a los fieles y comunidades de la Arquidiócesis

Hermanas y hermanos de la Arquidiócesis:

Con renovada esperanza me dirijo a ustedes en este tiempo de Cuaresma que nos prepara para la Semana Santa y la Pascua de Resurrección. Lo hago en un momento de gran dificultad para la Iglesia de Santiago. Es comprensible el dolor, el desconcierto y la inquietud que experimenta una comunidad cuando personas consagradas a Jesucristo, de quienes se espera un testimonio coherente de amor y servicio, incurren en gravísimas faltas que dejan víctimas, escandalizan y desilusionan.

Frente al abuso sexual, que a los ojos de Dios es también un “espantoso pecado”, no podemos quedar indiferentes. En ningún caso esta violencia contra los más pequeños y vulnerables puede ser justificada o protegida. Como Iglesia, nos corresponde trabajar y colaborar decididamente para sacar de raíz este mal de nuestra sociedad, y asumir un rol activo en la prevención a los niños y niñas en todas las instancias pastorales y educativas católicas.

Los fieles de la Arquidiócesis pueden estar seguros de que su pastor hará todo lo que esté a su alcance para que se establezca la verdad y se logre la justicia en las denuncias que involucran a personas consagradas. No debemos temer la verdad que nos hace libres; darla a luz puede resultar doloroso, pero nos regala también la esperanza de tiempos mejores en una Iglesia purificada. Por eso, reafirmo mi voluntad de garantizar un debido proceso canónico para quienes se sientan legítimamente lesionados en sus derechos y, al mismo tiempo, reitero la invitación que ya formulé a colaborar con la justicia civil como ciudadanos corresponsables del bien común. Reitero el llamado a las personas que, en conciencia, quieran presentar su testimonio sobre situaciones de esta naturaleza, para que lo hagan con plena confianza en las instancias previstas por la Iglesia y por la Sociedad Civil.

Sé que en muchas comunidades este tema se está reflexionando con sinceridad y respeto. Es necesario fomentar un diálogo abierto, en un ambiente de respeto, fe y fraternidad, a fin de que los fieles tomen mayor conciencia de sus derechos y deberes, tanto en lo referido a proteger la integridad de los menores, como en la conveniencia de revisar estilos de acogida y acompañamiento, de liderazgo y autoridad.

Invito a todos los fieles a un tiempo de especial oración por los sacerdotes y consagrados de nuestra Iglesia. Pidan al Padre de misericordia que nos haga dóciles a su Espíritu; que sepamos ser humildes servidores suyos en cada persona y en sus necesidades. Demos gracias por el testimonio de tantos presbíteros y diáconos, religiosos, religiosas, laicos y laicas cuya vida entera refleja al Señor en el servicio que prestan a su pueblo. Que el desborde de fe y de gozo de estos discípulos – misioneros, nos vuelva a Cristo, centro de la vida y misión de la Iglesia; una Iglesia que queremos humilde y servidora, casa abierta y acogedora, “mesa para todos” y recinto seguro de crecimiento humano y cristiano, para niños, jóvenes y familias.

En la herida abierta que desconsuela, el Señor nos dice: “No teman”; “como el Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes. Permanezcan en mi amor” (Jn 15,9). Permanezcamos unidos a Cristo, como la rama a la vid, y produciremos frutos abundantes. El dolor de este tiempo de poda, nos eduque. Sabemos que alcanzará sentido purificador y fecundo en Cristo Resucitado. La noche puede ser larga, pero finalmente amanecerá la luz, la luz verdadera, la que ilumina a todo hombre y que es Cristo el Señor. Los invito a caminar tras esta luz con confianza y perseverancia.

Con afecto de padre y pastor los saluda y bendice,

† Ricardo Ezzati A.
Arzobispo de Santiago